Mi viaje a Estados Unidos

Por: Monica Yolanda García Gallardo

 

Un día desperté  con la idea de irme a Chicago en donde se encontraba mi esposo trabajando ya desde hace dos años, pues cuando la devaluación del peso en 1994 que afectó en la economía a muchas familias, mi esposo y yo decidimos que tenía que irse a trabajar a Chicago en donde vivían tres de sus hermanos. No se si fue en sueños la idea porque no estaba en nuestros planes irme, ya que mi esposo solo estaría por poco tiempo y regresaría a casa pues el solo se había ido para trabajar y estabilizarse un poco en nuestra economía . Le comuniqué que quería irme y planeamos ir como turistas a un viaje a Orlando, FL. mi hija Tania y yo y de ahí irnos a Chicago con mi esposo. Estaba muy emocionada planeando el viaje a pesar de algunos desacuerdos y contratiempos con mis padres. Mi mamí estaba enferma y seguido la  hospitalizaban, mi padre seguía tomando a mi hijo Alex el mayor tenía ya una obligación de trabajar por su bebita y estudiar, mi hija la de en medio aunque  ya tenía su pase para la universidad, también tenía el plan de casarse. Y mi hija Tani,  la menor, no tuvo opción porque ella tendría que venir conmigo y seguir estudiando en Chicago.  El día que nos otorgaron la visa fue uno de los días más maravillosos de mi vida. Ya tenía una reservación a Orlando;vendí varias cosas de mi apartamento para obtener un poco de dinero y llegó el día del vuelo. Mi hija y yo estábamos nerviosas, tristes, emocionadas , eran muchas cosas a la vez. Llegamos a Orlando a un hotel reservado con las atracciones de los parque de Disney World , yo tenía miedo, todo era desconocido y en la recepción del hotel solo se hablaba inglés , nos dieron el cuarto y a la hora de ir a comprar comida no sabía a dónde ir, sali, mire para todos lados y la avenida principal solo los automóviles pasaban, no habían casas cercanas solo se veían algunos locales grandes y algunas palmeras que se movían por un poco viento y un calor rico rozaba mi cara . A lo lejos vi una tienda de Dunkin Donuts , caminé hacia allá me metí y agarre solo algunas cosas de un refrigerador, tomé jugos y leche, y como pude pedí unos panes.

Mi hija se había quedado en el hotel, estaba triste,también, le dolía su cabeza .

Cuando estaba regresando al hotel vi a un señor hispano parado con un stand y promoción para los parques y dije “Oh ! Dios me envió un ángel “ . Este señor me vendió los tickets a los parques y nos ayudó para que nuestra estancia fuera lo más bonita posible.

Cuando llegó el día de irnos, fuimos a comprar los boletos para ir a Chicago . Salimos al otro día y llegamos, y en el aeropuerto ya nos esperaba mi esposo acompañado de uno de sus hermanos .

 Cuando vimos a mi esposo, corrimos a abrazarlo y no pudimos evitar llorar. Los tres estábamos muy emocionados. Mi esposo había rentado un pequeño estudio para los tres. Todo era raro para mi, pero muy bonito, me sentía muy contenta . Mi hija tenía lapsos de tristeza pero a pesar de todo iba bien en la escuela High School. Los tres empezamos desde cero. Compramos, desde cama hasta trastes para cocinar .Dos meses después, mi hija se preparó para ir a la escuela, yo conseguí trabajo en una empacadora, recuerdo que los primeros días de trabajo llegaba tan cansada que me daba hasta fiebre, también para mi hija fue difícil pues, tenía que irse en el tren y bus a la escuela, y las dos sin saber hablar inglés.

Pero los tres estábamos dispuestos a seguir adelante aun con inconvenientes que se nos presentarán. Mi esposo y yo nos preocupamos por nuestra hija que nunca se adaptó muy bien a estar en EU. La llevábamos a museos, al Lago, a clases de arte y a lo que ella quería.Todos los fines de semana hacíamos algo nuevo . Ir a los parques, ir al cine. Nosotros realmente tratamos de convivir mucho con mi hija y que ella se sintiera bien. A pesar de todo,  ella nos dijo que cuando terminara la escuela le diéramos el permiso de regresar a México a terminar su carrera en la Universidad La Esmeralda de Bellas Artes en la Cd. de México . Estábamos en julio del 2002 cuando con todo el dolor de mi corazón la tuve que dejar ir.

Al momento de irse mi hija, sentí que el mundo se me acababa, llore mucho y muchas veces me imaginaba y hasta escuchaba el teclado de la computadora de mi hija, me sentaba en un escalón que daba al atico en donde estaba el dormitorio de mi hija y ahí lloraba y lloraba. Todo esto se me juntaba con la enfermedad de mi madre. Lo peor de todo fue cuando mi madre falleció en el 2011 y yo sin poder ir a México y darle su último adiós. Nuestra residencia nos la otorgaron 20 años después, apenas en el 2020.

Ahora estamos en el 2023, y la verdad no me arrepiento el haber venido a los EU, al menos aquí yo he podido

enviarles un poco de dinero a mis hijos y a mis padres.

Mi hija regreso en el 2005 y desde entonces ha trabajado, ha expuesto sus obras en galerías de arte, se a preparado y

obtuvo su licenciatura en Arte y continúa estudiando, ahora con una maestría en psicoterapia. Ella tiene una hija hermosa que se parece mucho a ella en lo inteligente y emprendedora.

Yo me uní con un grupo de mujeres activistas y feministas emprendedoras para ayudar a otras mujeres. Estamos en un Centro Comunitario llamado Domitila Barrios y Corazón de valor y fortaleza en donde tomamos talleres y hacemos actividades para seguir ayudando a la comunidad.

Gracias Dios Mio por tantas bendiciones.


​​

My Journey to the United States

By: Monica Yolanda García Gallardo

​​One day I woke up with the idea of ​​going to Chicago, where my husband had been working for two years, because when the devaluation of the peso in 1994 affected the economy of many families, my husband and I decided that he had to go to Chicago. work in Chicago where three of his brothers lived. I don't know if the idea was in dreams because it was not in our plans to leave, since my husband would only be there for a short time and would return home since he had only left to work and stabilize a little in our economy. I told him I wanted to leave and we planned to go as tourists on a trip to Orlando, FL. my daughter Tania and I and from there we went to Chicago with my husband. I was very excited planning the trip despite some disagreements and setbacks with my parents. My mom was sick and was often hospitalized, my father continued taking my son, Alex, the eldest, already had an obligation to work for his baby girl and study, my daughter was the middle one, although she already had her pass for university, she also had the plan. to get married. And my daughter Tani, the youngest, had no choice because she would have to come with me and continue studying in Chicago.

The day we were granted the visa was one of the most wonderful days of my life. I already had a reservation to Orlando; I sold several things from my apartment to get some money and the day of the flight arrived. My daughter and I were nervous, sad, excited, it was many things at the same time. We arrived in Orlando to a hotel reserved with the attractions of the Disney World parks, I was afraid, everything was unknown and at the hotel reception only English was spoken, they gave us the room and when it was time to go buy food it didn't taste like Where to go, I went out, looked everywhere and only cars passed by on the main avenue, there were no houses nearby, you could only see some large stores and some palm trees that moved because of a little wind and a rich heat touched my face. In the distance I saw a Dunkin Donuts store, I walked there, I went in and grabbed just a few things from a refrigerator, I drank juices and milk, and as best I could I ordered some bread.

My daughter had stayed at the hotel, she was sad, too, her head hurt.

When I was returning to the hotel I saw a Hispanic man standing with a booth and promotion for the parks and I said “Oh! “God sent me an angel.” This man sold me tickets to the parks and helped us make our stay as nice as possible.

When the day came to leave, we went to buy tickets to go to Chicago. We left the next day and arrived, and my husband was already waiting for us at the airport accompanied by one of his brothers.

 When we saw my husband, we ran to hug him and couldn't help but cry. The three of us were very excited. My husband had rented a small studio for the three of us. Everything was strange for me, but very beautiful, I felt very happy. My daughter had periods of sadness but despite everything she was doing well in high school. The three of us started from scratch. We bought everything from a bed to cooking utensils. Two months later, my daughter got ready to go to school, I got a job in a packing plant, I remember that the first days of work I arrived so tired that I even had a fever, also for my daughter. It was difficult because she had to go on the train and bus to school, and both of us didn't know how to speak English.

But the three of us were willing to move forward even with the inconveniences that would arise. My husband and I worry about our daughter who never adjusted very well to being in the US. We took her to museums, the lake, art classes and whatever she wanted. Every weekend we did something new. Go to the parks, go to the movies. We really tried to spend a lot of time with my daughter and make her feel good. Despite everything, one day she told us that when she finished school we should give her permission to return to Mexico to finish her degree at the La Esmeralda University of Fine Arts in Mexico City. We were in July 2002 when with all the pain in my heart I had to let her go.

When my daughter left, I felt like the world was ending, I cried a lot and many times I imagined and even heard the keyboard of my daughter's computer, I sat on a step that overlooked the attic where my daughter's bedroom was. daughter and there she cried and cried. All this was combined with my mother's illness. The worst of all was when my mother died in 2011 and I was unable to go to Mexico and say goodbye to her. Our residency was granted to us 20 years later, just in 2020.

Now we are in 2023, and the truth is I don't regret coming to the US, at least here I have been able to

send some money to my children and my parents.

My daughter returned in 2005 and since then she has worked, she has exhibited her works in art galleries, she has prepared and

He obtained his bachelor's degree in Art and continues studying, now with a master's degree in psychotherapy. She has a beautiful daughter who is a lot like her in terms of intelligence and enterprise.

I joined a group of women activists and feminist entrepreneurs to help other women. We are in a Community Center called Domitila Barrios and Corazón de Valor y Fuerza where we take workshops and do activities to continue helping the community. Thank you my God for so many blessings.

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